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lunes, 19 de octubre de 2015

COMUNICARSE ES CUESTIONARSE... SI TE ESTÁS COMUNICANDO

El beso de Claudia
Obra de una alumna de Danza Mobile


Formulo una pregunta a mis dos acompañantes (adultos sin discapacidad intelectual) acerca de la película que acabamos de ver: ¿Era lo que esperábais?
La respuesta de ambos se centra en describir algunas de las escenas que más les ha gustado y elaborar una sinopsis.
Sin embargo, esa no ha sido mi pregunta.
Mi pregunta era acerca de si la película había cumplido las expectativas de cada uno. Vuelvo a formularla: ¿Ha cumplido vuestras expectativas?
A mi juicio, el tráiler de la película prometía una profundidad en el desarrollo del tema principal que finalmente no se cumplía, ya que se centraba más en el episodio que desencadena la conclusión de la misma, dejando sin resolver las preguntas iniciales que planteaban al espectador.
Por esta razón no había cumplido mis expectativas.
Puedo estar equivocada en mi respuesta. Por ejemplo, resulta ambigua al no explicitar cuáles son esas preguntas iniciales. Además le falta mucha más argumentación, ejemplos, etc. 
Sin embargo, yo he respondido a la pregunta.

Ahora bien... 
¿Es eso realmente cierto?
¿Cuáles eran mis expectativas reales? ¿Conexión intelectual? ¿Emocional? ¿Ambas?
¿Eran mis expectativas realistas? ¿O estaba ignorando las necesidades propias?


Este tipo de situaciones me han llegado a exasperar mucho.
Por ejemplo, cuando señalaba la pregunta en cuestión que no había sido respondida (o que yo creía que no había sido respondida), podía recibir el siguiente comentario:
-Te tomas las cosas demasiado literalmente.-

No es cierto.
Sólo me gusta saber qué me están preguntando y qué me están diciendo. Me incomoda lo confuso que puede llegar a ser un discurso o un diálogo. No entender puede ser muy estresante. También puede serlo entender algo opuesto a lo que tu interlocutor quería comunicarte.
Conozco las sutilezas del lenguaje.
Cuando se utilizan para añadir misterio y belleza al mismo me encantan.
Disfruto del baile de las palabras, sus giros y volteretas inesperadas. Este juego puede ser muy divertido, hacer gozar a los interlocutores e incluso crear obras de arte.

A veces, en cambio, estas palabras entre dos aguas se usan para insinuar lo que uno no se atreve a decir a la cara.
Hay verdaderos expertos en este tipo de comunicación y de este modo opinan, coquetean... o humillan e insultan.
Aunque se oculten entre las frases frondosas de su pensamiento o entre la selva de su malediciencia, la intención y el mensaje está ahí. Intacto. Dispuesto a ser desentrañado.

Otras veces, este mensaje está doblemente codificado con el uso de unos gestos por parte del emisor, que pueden apoyar el significado o contradecirlo, pudiendo provocar una gran confusión en el receptor o, por el contrario, ayudarle a vislumbrar el contenido.

No olvido que el proceso de comunicación es muy complejo y transmitir con claridad un mensaje puede ser una tarea ardua y a veces casi imposible.

A menudo no nos entendemos no porque haya una mala intención en alguna de las partes en ser crípticos o sibilinos, sino que sucede que somos dos personas muy diferentes, con unos niveles de abstracción distintos o, sencillamente, porque no hablamos el mismo lenguaje. Podemos estar hablando la misma lengua, pero podemos no hablar el mismo lenguaje.


¿Cómo comunicarme con mis alumnos con discapacidad intelectual para que el contenido de mi mensaje sea claro?

¿Cómo formular las preguntas para provocar que piensen?

¿Cómo lograr que se atrevan a construir una respuesta propia, no estereotipada?

¿Qué debo y qué no debo hacer para lograr estos objetivos?

¿Dónde situarme yo?

¿Cómo comunicarme... sabiendo que me estoy comunicando?

Me siento profundamente agradecida a cada uno de mis alumnos de Danza Mobile porque gracias a ellos cuestiono mis propias capacidades de comunicación, así como cada prejuicio y preconcepto que llevo a cuestas.

Estoy cuestionándome, sí.
En mi comunicación diaria, desde la más cercana a la más lejana. Desde la más sencilla a la más compleja. ¿Qué me quiere decir esta persona? ¿qué quiero decir yo?

¿O tal vez no quiero decir nada?


"Sembremos cuentos entre todos, sembremos cultura."

3 comentarios:

guillermo dijo...

Lo que planteas, Esther, es el punto de partida del Mindfulness, término con el que se pretenden englobar todas las estrategias conducentes a una perfecta comunicación. Y también, de paso, todas las estrategias que permitan esquivar las trampas que encierra un mal mensaje y/o plantear encerronas verbales que proporcionen una ventaja respecto al interlocutor.
El lenguaje como batalla ajedrecística. Algo apasionante. Como ves da mucho juego. Ya nos pondremos al día "en directo", que por aquí es difícil "entenderse" :)

Saludos

Esther Yamuza dijo...

Gracias por tu comentario, Guillermo. Sí que da mucho juego, sí... Y mucho para hablar "en directo". Te tomo la palabra ;0)

Unknown dijo...

"Cuando preguntamos...¿hasta qué punto lo hacemos para sacar Informacion de la siguiente pregunta que vamos a querer hacer o un argumento que queramos dar para tener razón y no tanto para COMPRENDER?